Memorable concierto de los tres tenores, el 8 de julio de 1990, en las termas de Caracalla en Roma, que por desgracia nunca más se repetirá.
Dirige la orquesta Zubin Mehta, acompañado de los coros de la Opera de Roma y el Maggio Musicale Fiorentino
Interpretan un Popurrí
Jose R.
lunes, 4 de diciembre de 2017
Caminos
Jose Ramón
sábado, 2 de diciembre de 2017
El gótico en el Camino de Santiago
El otro día os presenté una lista de construcciones románicas en el Camino. Como pudisteis ver, los comienzos del Camino estaban estrechamente ligados a este estilo artístico, pero como todo en la vida, las cosas cambian, evolucionan. La religión cristiana en su constante expansión debía satisfacer nuevas necesidades, lo que en el ámbito de lo artístico se tradujo como el paso del estilo románico al estilo gótico. Construcciones más espectaculares y de mayor tamaño para poder albergar más fieles; ornamentación más elaborada que diera más fidelidad a las historias representadas; la aparición de la vidriera como nuevo soporte iconográfico y creador de ambientes, etc. Estas son solo algunas de las características propias del estilo bajo el que se construyeron las primeras grandes catedrales europeas.
En esta lista podréis ver las que a mi juicio son las construcciones góticas más emblemáticas del Camino de Santiago.
Catedral de Santa María de la Asunción y de San Frutos de Segovia
También conocida como la Dama de las Catedrales por su elegancia y sus grandes dimensiones, la Catedral de Segovia tiene un carácter eminentemente gótico con algunos toques renacentistas, algo que cabría esperar de una catedral construida entre los siglos XVI y XVIII, comenzada cuando el Renacimiento estaba más que asentado en Europa. En su interior, destacan sobre el resto de elementos la Capilla Mayor, de estilo barroco, y el coro. Por cierto, esta catedral sustituye a la de Santa María, primera que tuvo la ciudad de Segovia.
Rara es la catedral que no dispone en su haber de un par de estilos arquitectónicos, aunque uno de ellos predomine. Es el caso de la Catedral de Pamplona, gótica en su mayoría (el interior no deja lugar a dudas), pero que cuenta con una fachada –la occidental– de clara factura neoclásica, y por tanto construida con posterioridad (concretamente en el XVIII). Además de por esta particularidad, he querido introducirla en la lista porque es la catedral más completa del panorama nacional, ya que amén de los edificios dedicados a la liturgia (directa o indirectamente) conserva edificios más propios de la vida común, como el refectorio o el dormitorio.
Si en el caso anterior decía que son pocas las catedrales que no cuentan en su arquitectura con un par de estilos en su haber, la Catedral de Toledo es justo una de esas “rarezas”. Si está en esta lista es porque al margen de su impresionante exterior, en su interior alberga, destacando sobre lo demás, la Capilla de los Reyes Nuevos y El transparente, impresionante obra barroca a caballo entre la escultura y la arquitectura del escultor Narciso Tomé.
Además en su interior se conserva una de las custodias procesionales más impresionantes que pueden verse en nuestro país, factura de Enrique de Arfe, orfebre alemán afincado en España entre los siglos XIV y XV, y figura de referencia para este tipo de materializaciones en las artes aplicadas.
Antes de la catedral que hoy puede verse, existió una catedral románica, y antes de aquella una iglesia visigoda, pero incluso antes hubo una paleocristiana… ¿toda una historia eh? La catedral actual tomó forma entre los siglos XIII y XV, aunque la fachada es del XIX (pese a tener aspecto gótico). La verdad es que hay que agradecer ese acabado, porque en 1880 tenía un aspecto horrible. Dentro puede verse el sepulcro de la Santa Eulalia, patrona de la catedral.
En el puesto número tres no tenemos sólo a la catedral gótica más grande de España, sino a la más grande del mundo (y 3ª del mundo si no tenemos en cuenta el estilo arquitectónico). Pocos son los que ignoran que este bien declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO se erige sobre lo que fue la Mezquita Almaja, de la que ya solo puede verse el alminar, conocido popularmente como la Giralda. A juicio del que suscribe, y sin desmerecer ni mucho menos el resto de sus elementos, lo más interesante de esta catedral es la gran variedad de estilos de sus vidrieras, ya que dado lo dilatado de su construcción trabajaron maestros de todas las épocas, albergando así vidrieras de estilos que van desde el gótico hasta el neoclasicismo, pasando por el renacimiento y el barroco, realizadas por figuras tan importantes como Enrique Alemán, Arnao de Vergara y Arnao de Flandes, o Vicente Menardo.
Enumerar todas las razones por las que la Catedral de Burgos se encuentra en esta lista es difícil, pero lo intentaré. Para empezar el exterior, de estilo francés, es espectacular, y sus fachadas son motivo de estudio por ser paradigmas del gótico europeo. En su interior la predominancia del estilo gótico se ve salpicada con elementos renacentistas y barrocos, destacando la Escalera Dorada, los relieves de la girola, los sepulcros de los condestables y los retablos, tanto el mayor como los de varias de sus capillas. ¡Y seguro que me estoy dejando algo! Por cierto, Arnao de Vergara, el mismo que realizó vidrieras para la Catedral de Sevilla, también realizó vitrales para esta catedral.
No puedo contabilizarlo todo, pero puede que la Catedral de León no posea en su interior tantos elementos destacables como la de Burgos, y aún así… ¿la he puesto en el primer lugar? Puede que de primeras pudiera parecer injusto, pero no lo es en absoluto. La catedral de León pasa por ser el mejor exponente en nuestro país de la máxima de la arquitectura gótica: la desmaterialización de muro, esto es, “sustituir muros por ventanas”. Así, además de la propia belleza de los vitrales, gracias a la luz coloreada por estos, se obtiene en el interior del templo un ambiente místico difícilmente superable por decoración material alguna.